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sábado, 18 de junio de 2016

EL COSTURERO DE LA REINA


El origen del nombre de este bonito palecete, está en esta bonita leyenda que me vais a permitir que os cuente.

María de las Mercedes, hija de los duques de Montpensier, fue esposa de Alfonso XII y por lo tanto reina consorte.

 Debido a sus problemas de salud, pasaba grandes temporadas en Sevilla, lugar donde sentía gran predilección.

Se sentaba en uno de los salones de este palacito muy próxima a una de sus ventanas y a la vez que tomaba el sol, veía pasar  las agujas del reloj cosiendo. 

Alfonso XII mientras, gobernaba y despachaba los asuntos de estado con sus ministros en el Alcázar de Sevilla. Pero llegado el mediodía, cogía el caballo y cabalgaba hacia el palacete para ver a su amada.


El estado de la reina empeoró, por lo que decidió marcharse a Madrid. Cuenta también esa leyenda que lo último que vio antes de la partida fue el palacito. 

María de las Mercedes fallece al poco tiempo de su llegada a Madrid a la corta edad de 18 años y pocos meses después de su boda con D. Alfonso XII.

Pero toda esta leyenda es totalmente imposible, ya que María de las Mercedes muere en 1878 y el edificio se construye en 1893.

Este edificio se encuentra en la esquina que forman las Avda. de María Luisa y la del Paseo de las Delicias. En tiempo perteneció a los jardines del Palacio de San Telmo, hoy parque de María Luisa.

Fue mandado a construir como castillete para el guarda del palacio, por D. Antonio de Orleans, duque de Montpensier al arquitecto Juan Talavera de la Vega. Es el primer edificio Neomudéjar de Sevilla.



En 1890 muere el duque de Montpensier y en 1893 la Infanta María Luisa Fernanda de Borbón, duquesa de Montpensier, dona a la ciudad de Sevilla, gran parte de los jardines del Palacio de San Telmo, lugar donde había sido hasta entonces la residencia de los duques, excepto la zona norte donde se encontraba el castillete.

En la actualidad en este edificio se encuentra un punto de información turística.


domingo, 5 de junio de 2016

LEYENDA DE SANTA LIBRADA

En el interior de la catedral, en la capilla de San Hermenegildo, aparece un retablo de un crucificado con barba. Pude comprobar que se trataba de Santa Librada, pero ¿porque se representa crucificada y con barba?. Pues la explicación la encontramos en esta leyenda.


Santa Librada era nonelliza, esto es que un mismo parto nacieron nueve hermanos, y que vivió en el S-VIII. Siendo niña su padre rey de Portugal (unos dicen que era cristiano y otros pagano), la prometió en matrimonio al rey moro de Sicilia.

Para evitar el casamiento tomó voto de castidad y oró a Dios para que la convirtiera en un ser repulsivo. En repuesta de sus oraciones le creció el vello por todo el cuerpo y barba, con lo cual el musulmán rompió el compromiso y partió hacia su tierra.

Su padre partió en ira le acusó de herejía y como castigo la mandó a crucificar 

jueves, 2 de junio de 2016

LA PUERTA DE LA ADORACIÓN DE LOS MAGOS O DE PALOS. CATEDRAL DE SEVILLA

Esta puerta se encuentra en la fachada oeste de la catedral, junto a la giralda y se entra por la Plaza de la Virgen de los Reyes.





Fue construida en el siglo XVI por los arquitectos Juan de Hoces y Pedro Sánchez Toledo. Su nombre lo recibe del relieve que tiene en el tímpano de la puerta, que podéis ver es la escena de la Adoración de los Magos, aunque popularmente es conocida como la Puerta de Palos. Son dos las teorías que avalan este nombre. La primera teoría se debe a que el acopio de materiales para la construcción de la catedral se realizó junto a esta puerta, entre ellos los palos que fueron necesario. Una segunda versión sería que junto a esta puerta existía una rejas, con barrotes de madera, donde separaba las antiguas dependencias del cabildo catedralicio. 


En el tímpano de la puerta vemos una composición escultórica realizada por Miguel Perrín (1517-1552), escultor francés afincado en Sevilla, que representa la Adoración de los Magos. Es de estilo gótico, con esculturas renacentistas.




  A ambos lados de la puertas, existen unas esculturas en las jambas, también de Miguel Perrín