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lunes, 29 de febrero de 2016

LA FUENTE DE LA CALLE JUDERÍA, BARRIO DE SANTA CRUZ

Esta fuente fue diseñada y montada en el lugar que ocupa hoy a raíz de las reformas ejecutadas en el barrio de Santa Cruz en los años 1920, con vistas a la celebración de la Exposición Iberoamericana de 1929. Su autor fue Juan Talavera Heredia.

Se encuentra adosada a una vivienda de la calle Judería  y está formada por dos tazas superpuestas a distintas alturas y de distintas anchuras  por el que va cayendo el agua en forma de cascada y todo el conjunto escoltado por un jazmín y una yedra. A la fuente le rodea una sencilla verja de forja.  
Por su belleza lo hace uno de los lugares mas bonitos y especiales de la ciudad, sobre todo si .
Aquí te dejo este video. Te propongo que lo pases dos veces, el primero cierra los ojos, siente el ruido del agua, el cantar de los pájaros y el olor a jazmín y a primavera. La segunda vez, abre los ojos y comprobaras el  remanso de paz, frescura y tranquilidad que ofrece este rincón de Sevilla una  mañana cualquiera. Espero que te guste.



LA GLORIETA DE LOS HERMANOS QUINTEROS

 


 
Al final de la Avda. de Hernán Cortés (Parque de María Luisa), nos encontramos con la Glorieta dedicada a los dramaturgos sevillanos Joaquín y Serafín Álvarez Quintero.
La construcción de esta glorieta corresponde a la propuesta del pintor Santiago Martínez al ayuntamiento de Sevilla y que fue aceptada por el comité de la muestra de la Exposición Iberoamericana del 1929. Fue proyectada por Aníbal González, comisario y arquitecto de la muestra y quedo inaugurada en 1927.
Es la glorieta más grande construida en el Parque de María Luisa y en su construcción podemos ver la combinación de los tres elementos importante usados en la construcción del parque, el ladrillo visto, la cerámica y el agua.
Varios son los artistas que intervinieron en la construcción y decoración de la Glorieta. Mientras que el modelo de la pila y las figuras mitológicas se encargo el escultor sevillano Adolfo López  Rodríguez,  la azulejería y el vidriado de la pila fue obra de Manuel García Montalbán.






EL CRISTO DE LAS MIELES


Este bonito crucificado se encuentra en la rotonda central del cementerio de Sevilla llamado San Fernando.
 
Como ya publiqué anteriormente, fue un encargo del Ayuntamiento de la ciudad a Antonio Susillo, en 1880. Una leyenda ronda su nombre y no es otra que la que a continuación os cuento.


Antonio Susillo murió, junto a las vías del tren, como ya os he contado, de un disparo en la cabeza que el mismo se pegó. En principio la iglesia se opuso que fuera enterrado en el camposanto de la capital hispalense, pero el clamor popular consiguió que no solo se enterrara allí si no que fuera a los pies de su gran obra.
 
Eran muchos los curiosos que a diario visitaban el lugar donde había sido enterrado Susillo. Un buen día empezaron a comprobar esos visitantes  que el crucificado lloraba miel. Lo que en un principio lo catalogaron de milagro pronto fue descubierta la realidad.
 
Susillo esculpió al cristo en bronce y para que no fuera tan pesado,   hueco por dentro. El milagro no era mas que unas abejas que habían construido su panal en su interior y que por el efecto del calor sevillano había hecho que la miel saliera al exterior del Cristo por la boca. Fue esta anécdota la que le dio el nombre al crucificado.




DOÑA MARIA CORONIEL


María Fernández Coronel nace en Sevilla en 1344 y se cree que murió también en Sevilla el 2 de Diciembre del 1411. Aristócrata sevillana fue la fundadora del convento de Santa Inés, donde permanece sus restos incorruptos en el coro
 
Fue hija de Alfonso Fernández Coronel, aguacil mayor de Sevilla y señor de Aguilar y se casó con D. Juan de la Cerda, descendiente directo de Fernando III el Santo, nieto de Guzmán el Bueno e hijo de Alonso de la Cerda
 
Tanto su padre como su marido muere decapitado por el Rey Pedro I al ser condenados por actos de sublevación contra éste. Además de condenar a D. Juan de la Cerda a la decapitación en 1357, le es confiscado todos sus bienes que no recuperaría hasta que subiera al trono Enrique II
 
Fue por los años 60 del siglo XIV cuando cuenta la leyenda que huyendo del acoso del Rey busca refugio en un principio en la Ermita de San Blas, por el entorno de lo que hoy es Ómnium Sanctórum y posteriormente en el convento de Santa Inés. Puesto que el rey no cesaba en sus acosos, se arrojó aceite hirviendo en la cara y el pecho.
 
Cada 2 de Diciembre se puede visitar en la iglesia del convento tal y como podemos ver en las fotos



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LA GLORIETA DE BENITO MAS Y PRAT, PARQUE DE MARIA LUISA


Este homenaje a Benito Mas y Prat, dramaturgo ecijano, fue construido por iniciativa del profesor Enrique Real Magdaleno y costeado por suscripción popular. El proyecto es del arquitecto Aníbal González y fue inaugurado el 2 de Mayo de 1924.
 
 
 
Su forma semicircular y está construido con ladrillos agramilado, reseguidos con dos bancos con respaldos de hierro y rematados con dos pilares de ladrillos con terminación de unos pináculos.

 
En dichos pilares se abren unos anaqueles para libros y en las otras caras contienen obras del pintor José García Ramos sobre escenas costumbristas sevillanas, copiadas en azulejos por Enríque Orce y realizadas por la fábrica de Ramos Rejano.





En la parte central, sobre un cuerpo mayor que el resto, preside un busto de Benito Mas y Prat labrado por Antonio Castillo Lastrucci. En ese cuerpo, bajo el busto, existe otro azulejo, obra de Enrique Orce, con los emblemas de Sevilla y Écija sostenido por dos amircillos.


LA GLORIETA DE SAN DIEGO, EN EL PARQUE DE MARIA LUISA

Glorieta de San Diego

Situada en el acceso norte del Parque de María Luisa, confluyen las avenidas de Portugal, María Luisa, Palos de la Frontera, del Cid e Isabel la Católica. Durante la Exposición Iberoamericana del 1929, hizo de una de las puertas del evento.

 
Su nombre proviene del antiguo convento franciscano descalzo llamado San Diego de Alcalá y que fue abandonado a finales del S. XVIII. Durante los primeros años del S. XIX fue utilizada como fábrica de curtidores y desde la mitad de siglo hasta 1883 (momento en el que fue derribado), como las caballerizas del Palacio de San Telmo.
 
El mayor atractivo lo forma el conjunto, proyectado por Vicente Traver y formado por tres arcos de medio punto, el de medio bastante mayor y en cada uno de los vanos una escultura.
 
La escultura del centro es la de mayor tamaño. Fue esculpida por Manuel Delgado Blackembury en 1929 y simboliza a Hispania. Debajo se encuentra un chorro que sale de una máscara sobre una venera y esta a su vez vierte sobre una taza de mayor dimensión.
 
Hispania
 
A la izquierda vemos otra escultura alegórica realizada por Enrique Pérez Comendador en 1929 y representa la riqueza material de Sevilla, simbolizada por una mujer en el que porta en sus manos  un racimo de uvas y unas espigas de Trigo.
 
Simboliza la riqueza material de Sevilla
A la derecha encontramos otra escultura alegórica y que simboliza la riqueza espiritual de Sevilla. En esta ocasión la representa una joven con túnica que porta en su mano derecha una Inmaculada. Al igual que la anterior, esta escultura es obra de Enrique Pérez Comendador del 1929.
 
 
Simboliza la riqueza espiritual de Sevilla


LA GLORIETA DE GUSTAVO ADOLFO BECQUER EN EL PARQUE DE MARIA LUISA

Como homenaje al 180 aniversario del nacimiento de Gustavo Adolfo Claudio Domínguez Bastida, más conocido como Gustavo Adolfo Bécquer, quiero volver publicar esta entrada. Espero que os guste

Su biografía:

Nació en Sevilla el 17 de febrero de 1836, hijo del pintor José Domínguez Insausti, que firmaba sus cuadros con el apellido de sus antepasados como José Domínguez Bécquer y de Joaquina Bastida Vargas.

Por el lado paterno descendía de una noble familia de comerciantes de origen flamenco, los Becker o Bécquer, establecida en la capital andaluza en el siglo XVI por lo que tanto Gustavo Adolfo como su hermano, el pintor Valeriano adoptaron Bécquer como primer apellido en la firma de sus obras.

Fue bautizado en la iglesia de San Lorenzo (Sevilla) parroquia de San Lorenzo Mártir. Sus antepasados directos, empezando por su mismo padre, José Domínguez Bécquer, fueron pintores de costumbres andaluzas, y tanto Gustavo Adolfo como su hermano estuvieron muy dotados para el dibujo. Valeriano, de hecho, se inclinó por la pintura.  

Pronto queda huérfano primero de padre y luego de madre, se va a vivir con su madrina, Manuela Monnehay Moreno, comerciante acomodada, cuya sensibilidad literaria le permitía tener una amplia biblioteca. En esta biblioteca se aficionó a la lectura.

Comenzó sus estudios de pintura, primero con Antonio Cabral Bejarano y luego con su tío Joaquín Domínguez Bécquer, el que le pronostico que "Tu no serás nunca un buen pintor, si no un mal literario". En 1854 marchó a Madrid con el deseo de triunfar en la literatura. Sufrió una gran decepción y sobrevivió en la bohemia cultura de esos años.

En 1957 le apareció la tuberculosis que le llevaría a la tumba. Tuvo un modesto empleo dentro de la Dirección de Bienes Nacionales y perdió el puesto.

En 1858 conoció a Josefina Espín, una bella señorita de ojos azules y empezó a cotejarla, pero pronto se fijó en su hermana, Julia Espin. Gustavo se enamoró (decía que el amor era su única felicidad) y fue la inspiración que le llevó a escribir sus primeras "Rimas", como "Tu pupila es azul", pero la relación no llegó a consolidarse, ya que la joven tenía grandes aspiraciones y no le gustaba la vida bohemia de Gustavo.

En 1861 se casa con Casta Esteban y Navarro, con la que tiene tres hijos.
Pero en 1863 padeció una grave recaída en su enfermedad. Para recuperarse, Bécquer se trasladó con su hermano a vivir al Monasterio de Veruela (Zaragoza), situado en las faldas del Moncayo y cuyo aire puro era conocido como tratamiento para la tuberculosis.
Este antiguo monasterio cisterciense exclaustrado poseía un gran encanto romántico y fue un lugar de inspiración para ambos hermanos. Gustavo Adolfo escribió allí las cartas agrupadas después en "Desde mi celda". Y también varias de sus leyendas están ambientadas en el Moncayo. A pesar de la breve estancia (no llegó a un año), esta etapa constituye una parte fundamental de la producción artística de los hermanos Bécquer.
Tras su recuperación, ambos se marcharon a Sevilla con su familia. De esa época es el retrato hecho por su hermano que se conserva en el Museo de Bellas Artes de Sevilla.
Posiblemente a causa de un enfriamiento invernal en la primera quincena de diciembre de 1870, su ya precario estado de salud se agrava, y muere el 22 de dicho mes, coincidiendo con un eclipse total de sol.
La Glorieta dedicado en el Sevillano Parque de María Luisa.


Por iniciativa de los Hermanos Quinteros en 1909, que prácticamente costearon casi la totalidad de la obra,  hoy podemos contemplar en el interior del Parque de María Luisa, esta rinconcito, quizás el más hermoso que tiene el parque.
El monumento fue diseñado por Lorenzo Coullaut Valera, también sevillano como Bécquer y los hermanos Quinteros.


Sobre una pilastra clásica, podemos ver la estatua de medio cuerpo de Bécquer, envuelto por una capa española plegada sobre su hombre izquierdo. En la pilastra podemos ver las fechas de su nacimiento y muerte y su nombre.
Al pie de la estatua un banco de mármol circular rodea un Ciprés de Pantano, plantado probablemente en 1850 por la Infanta María Luisa Fernanda, cuando aún eran terrenos de los Duques de Montpensier.
Sobre el banco sentadas vemos a tres figuras femeninas, realizadas en mármol en una pieza, mostrándose como "el amor ilusionado", "el amor poseído" y "el amor perdido" y que representa la rima escrita por él mismo "El amor que pasa".
Además podemos ver a dos figuras de bronce, que representan el amor herido (figura yacente), y la otra es un joven cupido o amorcillo, como el amor que hiere.
La labra del monumento la realizó el taller del italiano afincado en Barcelona Federico Bechini Bagnasco y las figuras de bronce fue realizado probablemente por otro italiano  también afincado en Barcelona, Ramolo Staccioli. 

El monumento fue inaugurado el 9 de Diciembre de 1911.

Pienso que este es uno de los lugares de que nadie se debería de perder visitarlo y que yo tengo la suerte de tenerlo a un paseo.